Mi calle es perpendicular a la mas importante calle de Teherán, la Avenida Jordan, hoy conocida como Afriqa. Eso no significa que mi calle sea importante. Es más, mi calle es un pequeño reducto de tranquilidad dentro del ruido de Jordan. Una tranquilidad que se vió truncada el pasado viernes, aqui día santo, por un individuo...
Andaba yo a media tarde por mi calle, oscura como la mente de algunos, cuando la música de un acordeón me asaltó, poco mas adelante un hombre tocaba el instrumento (el acordeón, no vayais a pensar mal) dando tumbos por la calle y entre los coches. Mi primer pensamiento fue "va to ciego" sin embargo recordé que esa situación no se suele ver aqui (y si quien la ve es la policía te meten en el trullo con 60 latigazos creo...) así que mientras andaba fui fijandome en sus devaneos y al llegar a su altura terminó su canción. Yo estaba tan inmerso en su persona que cuando vi que una pequeña lluvia de billetes le caía encima me di cuenta de que tocaba para la gente!! Asomados a las ventanas unas mujeres con sus hijos escuchaban al señor del acordeón y le hacían peticiones. Mi camino siguió pero aun alcancé a oir como conversaban una mujer y el hombre del acordeón en farsi... Seguro que sería algo asi:
- Puedes tocar clavelitos?
- Ufff es que esa la tengo muy tocada ya... Y si toco dos gardenias para ti?
- Vale! pero tocala lenta a ver si mi hija se duerme de una vez...
Este país te sorprende día a día...
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